lunes, febrero 07, 2005

El jacarandá bajo la lluvia?

“Alma inclínate
sobre los cariños idos…”

He llegado a casa más veces después de medianoche que en cualquier otro momento de mi vida. “Al negro no le gusta la noche, tan solo se le hizo tarde”.

Tuve poco dinero en los bolsillos y si lo tuve, fue gracias a donaciones, carisma, amistad, una vez me encontré plata en la calle, algo de ahorros, algo de herencia. ¿Trabajo? Solo en el futuro.

Hubo domingos en los que me costó mucho dormirme.

Los viernes iba a bailar con amigos, a quienes conocí una noche de marzo si mal no recuerdo. La noche inolvidable.
Con ellos me fui a pasar Semana Santa en Marpla. Ese mismo día hice la mudanza de mis cosas del depto. donde habité en concubinato con Viole, mi ahora ex, como me dijo mi amigo Alberto Farina: “lo bueno de las ex, es que son para toda la vida. No creo que vuelvo a ver rulos que me atraigan tanto como los de mi ex, pero eso pienso que es bueno, ahora diversifiqué mis gustos. Pasemos a otro tema dice El Salmón, antes de serlo en uno de los mejores discos del rock argentino, que por supuesto nació mal.
Le propuse casamiento a una chica que jamás besé y no creo que lo haga. Obvio, no hubo fiesta, ni nada.
En mi fiesta de cumpleaños de 2004, el 70 % de la población era la primera vez que venía a un cumple mío. El resto es la vieja camada de amistades. Recibí regalos, fue bueno e Inés Perado.
Leí mucha poesía que antes no me atrevía a leer, como Gianuzzi. Obvio leí a Macedonio, pero también a Freud, Arturo Carrera, Juanele (que me regaló LP), Apollinaire, Harolodo de Campos, Mewlanie Klein, texto sobre violencia en los 70, biografías de héroes israelíes.

Una noche de abril, fui a cenar a la casa de una familia judía, eso suena como algo común, ya que si yo soy judío y tengo una casa, esa casa es judía también, pero ocurre, que está vez el judaísmo brotaba en cada pared, en cada miga de pan, fue una cena de pesaj. Tres princesas israelíes eran las dueñas de mi atención. Ni un beso de hola les pude dar, son religiosas, aunque por supuesto mantuve una más que agradable conversación, luego votaron entre ellas cuál era mi nombre en versión israelí, se decidieron por Iony, en homenaje al héroe de rescate en Entebe.

Intenté leer La conjura de los necios, que siempre me decían que Yo, tenía que leerlo, intenté digo, pero digo yo, que alguien me diga, me explique como hago para leer una novela. Una chica con la que casi salí, pero que nunca en mi vida vi me decía Ignatius, pero no soy gordo y no digo cosas ocurrentes, no tan seguido, no condensadas..

“Palabras ya, no quedan muchas, como llenar este globo que sale de mi cabeza”.

Leo mucho a mi amiga Lau, escribe tan lindo que a veces dan ganas de llorar o reír.

Mucha tele, pero casi son volumen, es que con la música debería bastar, aunque no.
Conocí muchas personas en el 2004, muchas fueron mujeres, debo admitir y leí a Pavese, eso me ayudó, bah, no sé.

El sol se pone por Darwin, atrás se ve la cancha de Atlanta, un edificio que construyen no me lo dejan ver. El 5 de febrero, volvió a jugar el bohemio, al fin! Ganó uno a cero sobre la hora, alegría inmensa, aunque sabemos (yo lo sé) que no sirve de nada.

NC










3 comentarios:

Anónimo dijo...

princesa leia said
un gol de atlanta sirve para verte llorar y reir al mismo tiempo.

elvis dijo...

Así es princesa, belleza y dolor van de la mano parece
nc

Anónimo dijo...

Me encantó su escrito (rectifico, me encantaron sus escritos)... y definitivamente me encantó formar parte de ese 70 % que asistía por primera vez a su cumpleaños (en realidad no recuerdo si asistí a alguno suyo alguna vez, a lo mejor sí, si es así, perdóneme, por favor, el olvido)... y nada, espero asistir en Mayo al próximo e ir pronto a un recital suyo de poesía !!!! (reclamo histérico, que espero tenga en cuenta). Beso

cz